Llega distendida a la reunión, con los ánimos arriba, como si la tormenta que a punto estuvo de implosionar su partido nunca hubiera pasado sobre sus hombros. Recién elegida presidenta del PP de Madrid, Isabel Díaz Ayuso genera tanto furor como detractores, con esa fórmula de conceptos abstractos y grandilocuentes que repite a lo largo de las respuestas: independencia, libertad, coherencia, espacio...

En las últimas semanas la presidenta de la Comunidad de Madrid y su gobierno han estado realizando anuncios en actos institucionales o publicando nuevos proyectos con los medios públicos. Es cierto que no se trata de actos del Partido Popular, sino que se está aprovechando la actividad institucional para realizar promesas o anunciar inversiones que no se ejecutarán hasta después de los comicios. Por algo parecido en pasados comicios, la presidenta madrileña ya ha sido condenada por la Junta Electoral.

Su primera declaración deja entrever entusiasmo: “Me he dado cuenta de que la gente está encantada con que la Fórmula 1 venga a Madrid, porque muchos sectores están viendo una gran oportunidad de mejora. Además, esto no sólo va a ser positivo para nuestra comunidad, sino para el resto de España”. Pero ¿cuándo se plantea la idea de que una carrera de Fórmula 1 vuelva a disputarse en Madrid?: “Todo parte de cuando yo le traslado a José Vicente de los Mozos (presidente del Comité Ejecutivo de IFEMA) que la Fórmula 1, como las motos, mueve pasiones

Ni se os ocurra retuitear este acta de la Policía Municipal en la que se refleja que no se recogían los cadáveres en las residencias y se dejó morir a los ancianos en condiciones infrahumanas. Al fin y al cabo salvamos la hostelería.

El informe sobre la gestión de las residencias durante la pandemia concluye que la muerte de 7.291 ancianos en la Comunidad de Madrid podría haberse evitado, ya que las decisiones políticas tomadas fueron determinantes.

Primero: la Justicia Europea no funciona con el dedo, como los contratos vía urgencia de los partidos políticos españoles. Segundo: ni un ataque coordinado de todos los medios de comunicación afines a Díaz Ayuso como el que acabó con Pablo Casado tendría efecto alguno en el ámbito de la lejana Unión Europea. Tercero: la Fiscalía Europea tuvo la exótica idea de buscar jueces y fiscales motivados en la lucha contra la corrupción. Es decir: aquellos que, durante las investigaciones de Gürtel o Púnica, el PP denunció como jueces sospechosos.