El hombre, sin síntoma alguno de enfermedad, amenazó al personal sanitario y se hizo fuerte en Urgencias. Tras realizarle el pertinente chequeo médico, los responsables de urgencias decidieron trasladarlo por precaución al servicio de psiquiatría para que estudiaran su caso. Al querer darle el alta, comenzó a gritar y, en un ataque de agresividad, se hizo con el soporte de un gotero con el que intentó agredir al personal de urgencias y a todo el que se ponía por delante. ¿El motivo? Según los médicos, quería ser ingresado a toda costa.