En Suiza han enterrado en el Cementerio de los Reyes de Ginebra a la prostituta más famosa de Europa, Griselidis Real, fallecida hace tres años. A pesar de defender la labor social de su profesión, para la que fundó un centro internacional de documentación, y de crear la asociación de solidaridad con los trabajadores sexuales, su traslado ha generado un gran revuelo. Real estudió Bellas Artes, era madre divorciada de 4 hijos, pintora y escritora, pero era, sobre todo, puta (sic)