Como hace dos años con la "ley antisecesión", Pekín ha hecho un mal negocio de relaciones públicas al anunciar, el lunes, su mayor incremento del gasto militar en cinco años. Como entonces, ha sido una torpeza consciente, y su destinatario es Japón. Pese a las apariencias de deshielo, las relaciones de China y Japón van a peor