En el coloquio tras la proyección a la que yo asistí, Daniel habló sobre lo deprimente que es pedir para rodar, y pedirlo todo. Porque no pides para curar una enfermedad, o detener un embargo. Se pide para contar una historia, enlatarla en un archivo de vídeo y tratar de que alguien la vea... Se trata de pedir como si te salvaran la vida, con el objetivo más superfluo del mundo. Porque convencer a los actores es relativamente fácil, a los técnicos es algo más complicado pero si el guión sintoniza con ellos no hay problema. Pero los dueños...