Una mujer rusa arrojó a sus dos hijos, de 4 y 7 años, desde un piso 15º, porque, según explicó, estaba "harta de los niños", y "decidí deshacerme de ellos". Ambos chicos murieron antes de que llegara la ambulancia. La policía arrestó a la madre, Galina Ryabkova, quien durante el interrogatorio se comportó de manera extraña, pero tranquila, repitiendo todo el rato que nadie la necesita. En un momento determinado dijo que sus hijos son "ángeles” y que ahora “están en el cielo”.