Iberdrola ha reconocido por primera vez que el autoconsumo eléctrico pone en riesgo su modelo de negocio. Vaya. ¿Tendrá esto algo que ver con que España -que podría haber sido una potencia pionera en energías renovables- haya sufrido un parón en este sentido durante los últimos años? El gigante energético reconoce su temor porque ve tambalearse su negocio, ¿y debemos creer que no hará presión a su favor y, tal como están las cosas, que no la obtendrá?. Es difícil hablar de energías limpias cuando hay tanta suciedad en la política.