La semana pasada, las dos partes fundamentales del pensamiento mexicano, la que tiene por centro la Universidad Nacional Autónoma de México y la de quienes se autocalifican de intelectuales, aumentaron la distancia que las separa. El jueves, el rector José Narro presentó una propuesta de reformas a la UNAM que fortalece su carácter de nacional, popular, autónoma, laica, gratuita y plural, “valores esenciales” para responder a “los desafíos de la sociedad del conocimiento, a su necesidad de actualización y renovación continuas y mantenerla como