Como con cada grupo, antes de comenzar mis clases, procedo a pasar lista por aquello del control de asistencia y los Planes Municipales de Absentismo y clase a clase descubro que me gusta más y más mi profesión: “¡en los últimos años he tenido que aprender a pronunciar más de cien nombres distintoS en al menos siete u ocho idiomas diferentes. De los veinte alumnos que tengo en esta clase, ya he nombrado a: Dahl (nombre sueco que significa Valle), Aamori (Chica del Sur de África), Osvaldo (de México), Yo Yo Ma (Chino), Fátima ...