" No sé su verdadero nombre, ni su edad, ni dónde nació exactamente. Sé que es mujer, que es africana y que a pesar de que le cuesta un poco la gramática del castellano, su dominio de la semántica despertaría la envidia de media España. Un hombre de bien –aclaro que desconozco los alcances últimos de la expresión “hombre de bien”- la contrató para la limpieza de un establecimiento en donde se llevan a cabo actividades lúdicas." Una historia sobre esas personas que llegan a nuestro país y que no nos molestamos en conocer.