Las compañías eléctricas van a cobrar por la distribución una cuantía más ajustada a sus necesidades y, sobre todo, a sus proyectos, porque la retribución de esta actividad regulada tomará en cuenta el coste de las inversiones. El nuevo método debiera repercutir en un mejor sistema, menos vulnerable y más resistente a las causas que provocan los apagones.En número esto son 3.571 millones de euros entre Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa,Hidrocantábrico y a Viesgo.