Zapatero es ya un ‘pato cojo’. Es decir, un cargo público con los días contados. Y tiene que prepararse para esa nueva etapa, porque, como es bien sabido, no existe piedad con el ‘pato cojo’. Hablan todos. Desde el Fernández Vara, que hace bromas sobre los tres nombres que se le ocurren (Alfredo, Pérez y Rubalcaba); hasta Elena Valenciano, que declara que su candidato “por ahora” es Zapatero y “mientras no me digan otra cosa”; o Felipe González, que proclama que “no es tan grave” dejar un cargo y que no le preocupa que gane la derecha.