Un estudio encuentra que las mujeres encuentran más favorecidos a aquellos hombres que otras mujeres encuentran atractivos, mientras que en varones pasa al revés. En animales, no es fácil encontrar el mejor macho para emparejarse, y se necesita tiempo y energía para distinguirlo, por tanto tiene sentido ir a por aquello que las otras encontraron que supuestamente ya funciona. Aunque la selección de pareja en los humanos tiene las mismas dificultades, hasta ahora había pocas evidencias de que también se siguiera el mismo tipo de estrategia.