La Agencia española de Protección de datos alerta de la proliferación del crecimiento de la videovigilancia privada cuyo material acaba a menudo en la red a través de portales como Opentopia, que permite visualizar miles de webcams de todo el mundo. La circulación de todas estas imágenes es ilegal según la Ley de Protección de Datos, porque la imagen es un dato de carácter personal que no se puede ceder a terceros sin su consentimiento. El problema no es solo de Opentopia, sino, sobre todo, de quien no custodia de forma correcta sus grabaciones