Según el INE, en 2005 el 19,8% de la población se encontraba por debajo del umbral de pobreza relativa, es decir, uno de cada cinco residentes en nuestro país era pobre. Pero, además, esa pobreza no afectaba a todos los colectivos por igual sino que se cebaba especialmente en aquéllos que se encuentran más desprotegidos. Así, por ejemplo, las personas de 65 ó más años presentaban una tasa de pobreza del 29,4%; y si, además, éstas vivían solas el porcentaje llegaba hasta casi la mitad de dicha población (el 47,3%).