Entró en las Urgencias del hospital La Paz con un choque séptico (infección gravísima y generalizada) y salió contagiado de hepatitis C, una grave enfermedad crónica que puede provocar que el hígado se inflame y deje de funcionar bien. Sucedió en abril de 1990, cuando tenía sólo 16 meses. Los médicos consiguieron salvarle la vida, pero las transfusiones que necesitó estaban infectadas con el virus VHC, el de la hepatitis C. La familia tardó 11 años en descubrirlo, porque el niño no se había encontrado mal. Hoy por fin les indemnizan.