"Yo soy castellano-hablante y nunca vi el gallego como un problema; y como yo, pienso que el 90% de los que son como yo comparten mi opinión. Creo sinceramente que sólo los renegados y los inadaptados, o los que rechazan en bloque aprender, se oponen a que el gallego progrese en competencias y se normalice por fin como le corresponde por derecho. Están, entonces, a infravalorarme en un sistema que debería premiar a los que más competencia tienen, y no al revés."