Plaga bíblica que nos invade y arruina con su insaciable ambición de privilegios, sus tarjetas platino, viajes en primera clase, dietas de sueldos mileuristas, salarios inimaginables, jubilación eterna y complementos adicionales de dudosa procedencia, origen en algunos casos de causas judiciales que no les impiden carcajearse impunemente en su trono democrático de la pobre mayoría silenciosa que sufre resignadamente su impotencia ante los hechos.