La ola devoró a treinta personas, y aunque la mayoría de ellas fueron rescatadas, las autoridades afirmaron que al menos siete de ellas permanecen desaparecidas, entre ellas un niño de nueve años. Los fallecidos son dos mujeres y dos hombres, según fuentes oficiales citadas por la agencia. Al menos cuatro bañistas resultaron muertos al ser arrastrados por una ola gigante en el río Qiantang, en el este de China,.