Escasea la electricidad, también algunos alimentos, como la leche para bebés; el combustible flaquea y faltan medicinas. Y lo que queda en los estantes de Alepo libra su propia batalla. La inflación en tiempos de guerra. Los precios en esta ciudad del norte sirio, el principal frente que golpea ahora la aviación en su combate contra los alzados, se han multiplicado por cinco o incluso más (la garrafa de combustible que antes costaba ocho euros, ahora puede alcanzar los 60). “El gas y la gasolina están por las nueves en Alepo”, relata una siria