En su libro La gran guerra por la civilización, el veterano corresponsal Robert Fisk definió el régimen sirio con solo cuatro palabras: "Ordenado, mesurado, implacablemente inflexible". Siria es el país árabe con menos espacios de libertad, quizá en competencia con Arabia Saudí, y, pese a un sistema político laico, el de mayores tensiones religiosas.