Aquí denunciar a la policía ha sido siempre una novela entre Kafkiana y Orwelliana. Denunciar a la policía, según tu puesto en el ranking social, podía significar que se descojonoraran de risa en tu cara, que te dieran un par de hostias, que te denunciaran ellos a ti, o que empezase un proceso judicial con el final cantado; La policía, por definición, es inocente. No tortura, no pega, no insulta, no miente. Son justos y benéficos por ley no escrita.