Rudolf Diesel, nacido en París en 1858, había recorrido un largo camino hasta dar forma a su obra maestra, el motor que lleva, como nombre, el suyo propio.Rudolf trabajó como representante de varias industrias alemanas en París y, además, se empeñó en lograr un motor completamente nuevo. Empezó pensando en el combustible, ¿qué utilizar? Pensó en aceites vegetales, como el de palma, pero pronto se fijó en los derivados del petróleo.Su primer motor “diésel” fue puesto en marcha entre 1892 y 93. Se trataba de una máquina de raro aspecto.