Los nervios, la angustia, el miedo y la inseguridad que nos provocan los tan temidos exámenes nos ataca la ansiedad. Los estudiantes actuamos de diferentes formas ante la ansiedad: nos mordemos las uñas, se nos forma un nudo en el estómago, se nos acelera el pulso, no paramos de comer y, en los fumadores, esto se agrava con la necesidad descontrolada de cantidades ingentes de nicotina y/o de cafeína. La cafeína actúa como un estimulante, pero no nos engañemos la coca-cola, el café, no aumenta la capacidad de estudiar.