Estos comicios se consideran importantes para el futuro de la política exterior polaca, caracterizada en los últimos dos años por fuertes desavenencias con sus vecinos. Tusk, líder de un partido más liberal y proeuropeo que el de Kaczynski, quiere mejorar especialmente las relaciones con Alemania y Rusia. Con un 43,7% de los sufragios, Tusk le sacó trece puntos a Kaczynski, que se quedó en un 30,4%, según los resultados provisionales difundidos por la televisión privada TVN. El bloque de izquierdas LiD rondó el 13,3%.