Muchos microorganismos que actúan como agentes patógenos han desarrollado capacidad para contrarrestar a algunos de los medicamentos que elabora el ser humano. En ciertos casos, han llegado incluso a ser inmunes a ellos. Es por ello que científicos de todo el mundo buscan nuevas sustancias curativas que combatan mejor, por ejemplo, a bacterias u hongos. Las esponjas de mar pueden ser todo un tesoro en este sentido.