El nacimiento del Banco del Sur, el 5 de diciembre, coincide con uno de los peores momentos de las grandes instituciones financieras que marcaron una época. Organizaciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, con una grave crisis de legitimidad y cada vez con menos ‘clientes’, y la Organización Mundial del Comercio, con las negociaciones paralizadas desde hace años, ya no son las de antes. Nuevos organismos de cooperación entre países empobrecidos pretenden llenar en parte este vacío.