Tiene la humildad que sólo otorga la auténtica grandeza, la sabiduría que nace del estudio, del esfuerzo y de la reflexión y que se forja en la búsqueda permanente de la Verdad. Tiene, además, el valor de un soldado de Rocroi y con la misma elegancia que la infantería de aquel Tercio Viejo, rechaza las tentadoras ofertas de rendición. En su calmada humildad reside su fuerza, en su sabiduría habita su energía, y de su valor sin estridencias ni adornos brota el ejemplo que reduce a magnitudes microscópicas a sus poderosos enemigos temporales...