Muchos chinos disfrutan de sus Juegos Olímpicos y la cosecha de medallas locales que están produciendo, pero los monjes del templo Shaolin, maestros del kung fu famosos en todo el mundo, no parecen compartir este entusiasmo. Estos monjes budistas, que han actuado en medio mundo con sus espectáculos de artes marciales, han decidido en esta ocasión no hacerlo en Pekín, donde se celebra un torneo de kung fu desde mañana, jueves. Los monjes alegan que no han sido invitados al torneo, que fue concebido para hacer popular el kung fu entre los atletas