Toda gran epopeya que un onvre de pro tiene que afrontar en su vida comienza, obligatoriamente, con la frase “Coge unos calzoncillos y...”. ¡Ese y no otro es el principio de una fascinante aventura! Porque no me digan que el tostón de los anillos del Señor no mejoraría automáticamente un 23% si Gandalf dijese “Frodo, coge unos calzoncillos y el anillo que...”. O, cambiando de libro ¿No sería igualmente adecuado un “Amigo Sancho, coge unos calzoncillos que nos espera la tierra de las aventuras?...