Hilarante historia de un tipo que decide denunciar a los taxistas por no pagar a la SGAE. De como la lía en la comisaría de policía, ya que la comisaría también tiene la radio puesta y tampoco paga y decide denunciarlos a ellos también. Total, que llega a la conclusión que los taxistas y la policía pertenecen a una sociedad secreta que tiene acojonada a la SGAE, todo eso sumado a un sarcasmo de mucho cuidado. A la gente se le va mucho la pinza, ja, ja, ja.