El viernes y por sorpresa, el Congreso de EE UU cerró un agujero de la ley que prohíbe las apuestas en internet y que, hasta ahora, había permitido que este negocio creciera exponencialmente. Los casinos virtuales, que cotizan en el Reino Unido, perdieron ayer unos 4.500 millones de euros de capitalización. Todas las firmas relacionadas, desde procesadores de transacciones como NETeller hasta creadores de software para apuestas, sufrieron fuertes caídas en Bolsa.