En España, el 30-35% de la población de mayor renta, tiene un enorme poder económico, político y mediático. Tal poder se expresa de muchas maneras, pero una de ellas es que su aportación al erario público es más baja que en la mayoría de países de la UE-15. Según las cifras facilitadas por los técnicos del Ministerio de Hacienda, un empresario en España declara menos ingresos que un trabajador, hecho, por cierto, que no ocurre en ningún otro país de la UE.