Un día de trabajo dura más en España que en nuestros países vecinos; sin embargo, tenemos uno de los niveles de productividad más bajos. Según datos de Eurostat (Oficina de Estadísticas de la Unión Europea), referidos a 2006, nuestra productividad es de 96,2 cuando la media de las 15 naciones que constituían la UE antes de la ampliación a los países del Este fue de 106. Nos sobrepasan todas, excepto Portugal, pero es evidente que España, por su potencial económico, debería ocupar una mejor posición. ¿Qué nos está ocurriendo?