En el largo y tortuoso camino recorrido hasta Daegu, en Daegu mismo, Oscar Pistorius ha descubierto una cosa sorprendente, que otros atletas le envidian por tener fibra de carbono en las piernas en lugar de carne y huesos, por tener tornillos en lugar de tobillos. Jo, qué morro, le han dicho algunos, y otros como el campeón olímpico Angelo Taylor lo han declarado públicamente, tú no te lesionas, no puedes sufrir fascitis plantar ni te puedes romper el tendón de Aquiles; tú, si se te rompe una pierna, te pones otra y ya está.