A mediados del siglo XIX, naturalistas como Charles Darwin, Enrique Hudson y Perito Moreno, avistaban cóndores en la costa atlántica patagónica, en la desembocadura del Río Negro y en lugares que este nuevo milenio los encontró extintos. En la actualidad grupos conservacionistas intentan devolver estas aves a sus antiguos dominios, con el objeto de contribuir a la conservación de la especie.