El vuelo con el cadáver de Carlos Alonso Palate, asesinado por ETA el sábado, salió a las 18 horas desde la base aérea de Torrejón con destino a Quito. Rota por el dolor, la familia de Palate pidió al capellán castrense que hiciera un responso ante el cadáver en la misma base de Torrejón, antes de partir hacia Ecuador. Pero lo que no podían esperarse es que el secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, y el subsecretario, Justo Zambrana, hubieran dado instrucciones al capellán para que no se hiciera ninguna oración.