Decir a estas alturas que estoy hasta las narices de tanto lobo con piel de cordero, y de incautas que se dejan engatusar por ellos, o mejor dicho, por sus palabras. Es quedarme desfasada, creo que ya se ha machacado este tema en varias ocasiones y por muchos lares. Pero la cosa, tiene guasa. Sobre todo cuando se siente el -“idolatrado, adorado y alabado” lobo, por esas corderitas-(...) Suelen ser muy cariñosos con todos aquellos que le aplaudan continuamente: Que si cariño, tesoro, mi vida (...)