En lugar de gastar unos cinco mil dólares en comprar una de estas damas de plástico, los clientes prefieren alquilar una por 115 dólares. La del vestido colegial es, de lejos, la preferida. Sus nombres son Alice, Ai, Mayu y Tina, son jóvenes, bonitas, de piel tersa y medidas perfectas. Son además super discretas y siempre acceden a todas las fantasías sexuales de sus clientes.