A 19 metros bajo la superficie del mar, Steven Squyres trata de anclar un cable sobre la roca. Cuando lo consigue, utiliza ese mismo cable para desplazarse hasta el otro extremo y se arrastra pesadamente bajo el agua. A pesar de su extraña apariencia, no se trata de un buceador excéntrico sino de un "aquanauta", y puede que esté dando los primeros pasos para colocar a un ser humano sobre la superficie de un asteroide en las próximas décadas.Vía
goo.gl/Yqkfk