Este castillo se lo pidió Gala a Dalí como lugar de retiro y relax. por lo visto, Gala , a sus 70 años, estaba un poco cansada de la agetreada vida que llevaba con Dalí en su casa de PortVell, siempre recibiendo visitas y más visitas. Por eso, Gala quería tener un castillo sólo para ella, para desconectar y relajarse (ni siquiera Dalí podría ir allí). Dalí accedió a regalárselo, pero con una condición: sólo podría ir pidiéndole permiso a él primero, no podría ir sin su consentimiento...