Esa es la terrible tortura que dictó Ehud Olmert, y que espera a cientos de miles de civiles palestinos que se encuentran cautivos en un enorme ghetto al que Israel ha confinado tras el secuestro del soldado. La ONU ya advierte de que si en tres días, se sigue sin permitir restablecer servicios básicos como luz y agua, y entrada de medicinas, miles de civiles y sobretodo niños, corren el riesgo de empezar a morir en lo que es un triste recuerdo a épocas pasadas sufridas por los mismos judíos, y que ahora ellos aplican a los palestinos.