Las emisiones de Tokio son altas, como se puede uno imaginar de una de las mayores ciudades del mundo. Pero si se compara las emisiones de CO2 en términos individuales, podremos ver que Tokio es, de hecho, bastante eficiente. Frente a otras ciudades de similares características, Tokio es la ciudad que cuenta, probablemente con el mejor sistema de transporte público y este sistema es muy importante en el manejo energético de una ciudad. Así pues, en términos de CO2 Tokio es una ciudad eficiente.