Los datos vuelven a parecer algo excesivos si tenemos en cuenta el recorrido físico de la manifestación. Esto unido a las repetidas guerras de cifras con las que combaten políticamente partidos, sindicatos, asociaciones y órganos de Gobierno estatales, autonómicos y municipales, ha llevado a que impere la prudencia esta vez en medios de comunicación de muy distinto signo, los cuales hablan de “miles de personas”, “decenas de miles” o “cientos de miles”, siendo curiosamente El País el que asegura esta última estimación, la más alta de las tres.