El Gobierno australiano anunció hoy un plan para reducir los abortos en el país, en cuya gestión participarán entidades ligadas a la iglesia católica, lo que ha sido criticado por diversos partidos y organismos, informaron medios locales. El ministro de Salud, Tony Abbott, explicó hoy que el contrato administrativo para gestionar el nuevo servicio se otorgó a la empresa McKessons. A su vez, McKessons subcontratará a Centacare, organismo de la Iglesia Católica que ofrece servicios de salud, y a Carolina Chisholm Society.