idi Bouzid, a 280 km de Tunez, es hoy una ciudad tranquila… Hace tres o cuatro semanas las cosas eran muy diferentes. El 17 de diciembre, un joven informático en paro, Mohamed Bouazizi, se prendió fuego delante del ayuntamiento cuando la policía le impidió colocar su puesto de legumbres para vender en la calle. Humillado porque una inspectora municipal le pegó un tortazo, le escupieron y le insultaron, Mohamed decidió que valía más la pena morir que vivir en la miseria.