El más genuino representante de un sistema de terror que ha sido impuesto al mundo por la superioridad tecnológica, económica y política de la potencia más poderosa que ha conocido nuestro planeta, es sin duda George W. Bush. Compartimos, por ello, la tragedia del propio pueblo norteamericano y sus valores éticos. Solo de la Casa Blanca podían proceder las instrucciones para el fallo dictado por Kathleen Cardone, jueza de la Corte Federal de El Paso, Texas, el pasado viernes, concediéndole la libertad bajo fianza a Luis Posada Carriles.