El problema es que sólo el 4,6% de Internet está en español, mientras que el inglés representa el 45%, unas cifras que empeoran al considerar que por cada usuario de habla inglesa hay 1,47 páginas webs, mientras que la cifra desciende a 1,25 por cada francés y a 0,58 por hispano parlante. No hay duda. Las administraciones tendrán que incrementar su actividad en la red, pero se equivocan los gobiernos si, como hacen los negocios más anticuados, conciben como propaganda toda su política de comunicación.