El barrio de La Malagueta ha cambiado tanto que La Farola se ha quedado pequeña. En 1817, cuando se encendió por vez primera, era la única luz que, de noche, desafiaba a la negrura para señalar el camino a los barcos. No hay otro faro femenino en las costas españolas, ni tampoco ninguna explicación de por qué La Farola de Málaga es farola y no faro.