Las pegadas de carteles eran lo habitual tras la despedida de solteros. Un montaje cutre, y a la copistería. 50 copias, puestas enfrente de los portales de los novios, o en la puerta del trabajo, y éstos se morían de vergüenza, ante las carcajadas de los amigos. Pero esto de Internet lo ha cambiado todo. Registrar dominios, diseñar páginas Web, añadir foros, blogs, galerías de fotos de los novios, es sólo el principio. La 2.0 llega a las bodas. En menos de 5 años podremos ver verdaderos álbumes de boda en Internet. Y esto es sólo el principio.